¿Qué implica el copago cero en seguros dentales y cuándo compensa?

Cuando lees que un seguro dental ofrece “copago cero”, suena a maravilla: vas al dentista y no pagas nada extra. Pero no te engañes: copago cero no significa gratis total, y entender sus matices es lo que puede ahorrarte disgustos. En este artículo vamos a ver qué significa realmente, cuándo te sale bien y cuándo puede no ser tan buena idea.

Qué es y cómo funciona el copago cero

Un seguro dental con copago cero implica que, por una prima fija mensual o anual, tienes acceso a una lista de prestaciones sin tener que aportar pagos adicionales (copagos) por esas visitas o tratamientos incluidos. Eso sí: esa lista suele estar limitada. Es decir, no todos los servicios dentales van a estar cubiertos con copago cero; algunos se quedan fuera o pasan a tarifas especiales.

Por ejemplo, muchas aseguradoras ofrecen seguros dentales sin copago para consultas, limpiezas, radiografías, extracciones simples, entre otros actos básicos. Con Caser, por ejemplo, hay 40 servicios gratuitos en su modalidad sin copago. Otras entidades permiten elegir entre una póliza con copago (más barata) o sin copago (más cara pero con más actos incluidos).

La clave está en distinguir entre servicios gratuitos del seguro y los que quedan fuera del paraguas del copago cero. Para esos servicios excluidos, puede que tengas que pagar “franquicias” o precios prefijados reducidos. De hecho, muchas pólizas sin copago emplean precios franquiciados en tratamientos más complejos (implantes, estética, prótesis). No es copago, estrictamente hablando, pero es un coste adicional que debes asumir.

Otro aspecto: algunos seguros sin copago también incluyen cláusulas de límite de actos gratuitos al año. Puede que disfrutes gratis de 20, 30 o incluso más actos, pero si superas ese límite aplican tarifas especiales.

Cuándo compensa un seguro dental con copago cero

No todo el mundo debería lanzarse a un seguro sin copagos: depende de tu perfil bucodental, del uso que haces del dentista y del precio que pagas por la prima.

Un seguro dental con copago cero te compensa si visitas con frecuencia al dentista, tienes tratamientos pendientes o un historial con caries o enfermedades periodontales. En esos casos, recibir muchas prestaciones cubiertas sin pagar cada vez puede reducir mucho tus gastos totales.

También compensa cuando el coste extra de la prima (por no tener copagos) es razonable frente a lo que pagarías si tuvieras que cubrir muchas visitas con copagos. Si ese “plus” de la prima es alto, igual no vale la pena, sobre todo si apenas usas el seguro.

En cambio, si solo vas una vez al año al dentista o solo haces revisiones básicas, es posible que un seguro con copagos (y prima más baja) te salga más barato en conjunto. Igual pagas algo en cada visita, pero la prima baja lo compensa.

Para valorar esto te sugiero que hagas una simulación: suma lo que pagarías con copagos según tu uso habitual y compáralo con la prima del seguro sin copago. Si la diferencia se amortiza rápido, adelante.

Otro factor: la red de clínicas y la libertad para elegir tu dentista. Algunos seguros sin copago limitan el acceso a clínicas propias o concertadas. Si tu dentista habitual no está en esa red, puede que el “copago cero” no te sirva tanto, porque acabarás pagando fuera de cobertura.

Y no olvides los límites de edad, periodos de carencia o exclusiones. Algunas coberturas no aplican hasta pasados meses o años, o no se aplican para tratamientos estéticos, ortodoncia en adultos, etc.

Al final, copago cero es una excelente opción para quienes van a usar mucho el seguro, pero no es mágico: debes leer bien la letra pequeña para que no te llame la sorpresa después.