La movilidad eléctrica ha dejado de ser una promesa para convertirse en una realidad en España. Y con ella, los seguros también se están transformando. Si estás pensando en pasarte al vehículo 100 % eléctrico o ya lo has hecho, conviene que tengas claro qué ha cambiado, qué puedes esperar y en qué puntos necesitas prestar especial atención para que tu póliza no te sorprenda.

Qué está cambiando en los seguros para vehículos eléctricos
El ritmo al que avanza el sector eléctrico está empujando también al mundo asegurador. Cada vez hay más vehículos con etiqueta «Cero Emisiones» y más conductores que quieren tranquilidad sin complicaciones. Las aseguradoras han respondido adaptando sus productos. Por ejemplo, ya existen pólizas diseñadas específicamente para los eléctricos que incluyen coberturas que antes eran extraordinarias: protección de la batería, del cable de recarga o asistencia si te quedas sin batería. Y esto no es anecdótico: en 2025 el mercado de seguros para eléctricos se ha movido mucho. Datos muestran que las primas medias para eléctricos a terceros ampliado se sitúan en torno a 313 €/año, lo que representa una bajada del 7 % respecto al año anterior.
Por otro lado, también se ha visto que en algunos análisis los seguros para eléctricos pueden costar un 13 % más que los de vehículos de gasolina, por factores como el mayor coste de reparación o la falta de talleres especializados.
Lo que esto nos dice es que sí: el seguro para un coche eléctrico ya no es el mismo que para uno de combustión, y tú como conductor necesitas tener presente esos cambios.
Un gran salto que se avecina en noviembre y que ya está repercutiendo, es que los estándares de riesgo, cobertura y valoración del automóvil eléctrico se están normalizando, lo que permite mejores condiciones, pero también exige mayor diseño de la póliza. Las aseguradoras ya cuentan con suficientes datos para afinar sus productos. Esto significa que para ti puede haber una oportunidad buena, pero también un riesgo si no adaptas tu seguro a lo que realmente necesitas.
Qué debes tener en cuenta al contratar tu póliza eléctrica
Si ya tienes o estás pensando en un vehículo eléctrico, no firmes la primera póliza que te encuentres sin hacer estas comprobaciones clave:
Tienes que pedir o asegurarte de que la póliza incluya coberturas como la batería del vehículo, el cable de recarga en el hogar o público y la asistencia en carretera adaptada al eléctrico, por ejemplo, remolcarte hasta un punto de recarga o llevarte una recarga de emergencia.
Fíjate en la prima que estás pagando y compárala con otras. Pregúntate si estás pagando de más por el mero hecho de que sea eléctrico: algunos estudios indican que la diferencia podría estar entre un 10 % y un 30 % más caro si no tienes bien ajustadas las coberturas.
Analiza tu perfil de uso: ¿haces muchos kilómetros urbanos? ¿Tienes cargador en casa? ¿Usas cargadores públicos? Todos estos datos afectan a la prima y pueden ayudarte a negociar mejores condiciones.
Revisa los servicios de asistencia que tienes: si el vehículo se queda sin batería o avería eléctrica, que la cobertura sea específica para esas eventualidades y no una extensión genérica de coche de combustión.
Ten en cuenta que los talleres especializados para eléctricos todavía son menos numerosos que los tradicionales, lo que puede incrementar los tiempos de reparación y, por tanto, los costes. Si tu vehículo está en una zona con pocos talleres, puede que la prima tenga ese sobrecoste.
Y muy importante: cuando revises la póliza en noviembre o antes, pide que te expliquen qué sucede si los componentes de la batería o del motor eléctrico fallan fuera de garantía. Algunas aseguradoras ya incluyen estas posibilidades, pero no todas lo hacen.
La movilidad eléctrica te está abriendo una nueva era de conducción más limpia, silenciosa y moderna. Pero como conductor tienes que adaptarte a ese cambio también en la forma de asegurar tu vehículo. No vale con cambiar el color del coche, hay que cambiar la mentalidad. Que la póliza te proteja de verdad, que no haya sorpresas. Y que tú, al volante, sepas que estás cubierto.