Son compatibles los seguros de vida y los seguros de decesos

Los seguros de decesos son un producto asegurador muy asociado a nuestro país, de hecho, apenas se comercializan en otros países. Donde no existe seguro de decesos, generalmente se entiende el seguro de vida como herramienta de protección ante el fallecimiento del asegurado. Este hecho hace que nos preguntemos si serán compatibles los seguros de vida y de decesos.

TIPOS DE SEGUROS DE VIDA

Para entender si estos seguros son compatibles, lo primero que debemos saber es que es cada uno de ellos y que coberturas ofrecen.

Los seguros de vida

Los seguros de vida son pólizas aseguradoras que vienen a ofrecer una indemnización a los beneficiarios en caso de que el asegurado fallezca, o, por extensión, sufra alguna invalidez absoluta o permanente.

Se trata de seguros que suelen acompañarse de otras coberturas como accidentes, y que pueden regular la cantidad de la indemnización, aumentando a la vez el precio de la póliza a mayor nivel de cobertura de indemnización.

Los seguros de decesos

Los seguros de decesos son pólizas aseguradoras que ofrecen asumir los gastos de sepelio (y derivados) en caso de fallecimiento del asegurado. Estos seguros vienen a cubrir gastos como féretro, conducción, tanatorio, etc. Recordamos que el gasto medio por sepelio en nuestro país se sitúa cerca de los 3000 €.

¿Son compatibles los seguros de decesos y de vida?

Aunque puedan parecer seguros incompatibles, lo cierto es que son perfectamente compatibles. Debemos pensar que un seguro de vida realmente se orienta a una indemnización que busca proteger la estabilidad económica de los beneficiarios del usuario. No aporta gastos específicos destinados al sepelio, repatriación, o gastos jurídicos o documentales derivados del fallecimiento del asegurado, por lo que estos gastos deberían extraerse de la indemnización.

Por su parte, el seguro de decesos no va a preocuparse de la estabilidad futuro económico de los beneficiarios de seguro, sino de cubrir los gastos que la cobertura contratada señala, es decir todos aquellos gastos que se generan tras el fallecimiento del usuario contemplando cuestiones como féretro, incineración, tanatorio, conducción, repatriación si se ha contratado, etc.

Si tenemos en cuenta que hoy en día los precios de las pólizas de seguro de vida son cada vez más asequibles, ya que estas pólizas son configurables y se pueden adaptar a la necesidad del usuario, y, por otro lado, que los seguros de decesos son realmente asequibles, entendemos que efectivamente se trata de dos pólizas perfectamente compatibles.

De hecho, hay que tener en cuenta que compatibilizar ambos tipos de seguro vendría a ofrecer la doble protección, por un lado, la estabilidad económica de los beneficiarios de seguro de vida, y por otro lado el hecho de no tener que asumir gastos o gestiones tras el fallecimiento del mismo.

A la hora de plantearse contratar ambas figuras aseguradoras, es importante que el usuario ajuste al máximo sus necesidades. Es decir, que busqué en el seguro de vida el importe de la indemnización que más se ajusta a lo que considera necesario para sus beneficiarios, y por otro lado que ajuste la búsqueda de un seguro de decesos que responda a sus necesidades, por ejemplo que contemple la repatriación si las necesita, los gastos jurídicos, etc.

Publicidad